Las académicas de nuestra Facultad Amaya Álvez Marín, Tania Busch Venthur y Ximena Gauché Marchetti, forman parte de las 18 connotadas profesoras expertas en Derecho Constitucional, Derechos Humanos, Derecho Internacional y Género, quienes presentaron un documento gratuito que tiene por objetivo contribuir al debate y presentar nuevas posibilidades para pensar en una constitución con perspectiva de género. #ConstituciónConGénero
Un grupo de académicas y expertas de diversas áreas del Derecho de todo el país, se reunieron para dar vida al documento “Nueva Constitución con Perspectiva de Género”. En siete apartados, el texto hace un breve diagnóstico de los problemas y realidades asociadas a la igualdad de género y a la inclusión de grupos históricamente excluidos de la Constitución y entrega propuestas que buscan abrir la discusión, aportar y promover el debate en el proceso constituyente en curso.
“La invitación fue a pensar la Constitución con perspectiva de género y fue un trabajo muy bonito porque se unieron distintas personas en una tarea colectiva”, señaló la académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Dra. Amaya Álvez Marín.
El proyecto fue impulsado y coordinado por Miriam Henríquez, Decana de la Facultad de Derecho de la U. Alberto Hurtado, y participan las académicas UdeC Amaya Álvez Marín, Tania Busch Venthur y Ximena Gauché Marchetti —también Subdirectora de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad.
El equipo lo completan las expertas Alejandra Zúñiga Fajuri, Antonia Rivas, Bárbara Sepúlveda Hales, Carolina Salas Salazar, Catalina Lagos Tschorne, Claudia Sarmiento Ramírez, Estefanía Esparza Reyes, Judith Schönsteiner, Leticia Morales, Lidia Casas, Lieta Vivaldi, Verónica Undurraga, Viviana Ponce de León y Yanira Zúñiga Añazco.
El documento parte afirmando que Chile necesita una nueva Constitución que refleje un Estado más incluyente e igualitario y que el nuevo pacto debe recoger las demandas de género. Las autoras explican por qué el actual proceso constituyente es una oportunidad inédita y única para plasmar la igualdad de género en la Constitución y lograr la participación de grupos de personas que históricamente han quedado fuera de las garantías constitucionales, como es el caso de las mujeres y las personas de la diversidad y disidencia sexual. Señalan que la incorporación de la igualdad de género en la Constitución permitirá construir una sociedad más democrática, incluyente y sostenible.
Discriminaciones específicas
“Aparece allí la idea de que la igualdad es más difícil para las mujeres, porque hay discriminaciones que son estructurales y por lo mismo invisibles. Hay derechos que no han tenido mucha recepción porque no afectaban a los hombres, como los derechos sexuales y reproductivos”, indicó Álvez. Asimismo, agregó que “hay normas del derecho del trabajo que para las mujeres son más difíciles porque han tenido que cargar con las labores de cuidado y eso no esta socialmente dividido de manera equitativa y por eso las mujeres tienen doble o triple jornada”.
A esto se suman temáticas como garantizar efectivamente el vivir una vida libre de violencia, o lo relacionado con el derecho de las mujeres indígenas “porque hay trabas especificas, hay una afectación especifica que impide asegurar su participación”. Álvez señaló como un ejemplo de esto la Ley Pascua, que asegura una rebaja de la pena en delitos de carácter sexual por consideraciones culturales —norma que el Tribunal Constitucional declaró inadmisible hace poco— y que termina afectando y revictimizando a las mujeres, que son las que en su mayoría sufren este tipo de delitos.
La propuesta es que el cambio que vive Chile debe favorecer una transformación también en el lenguaje social y jurídico, que por siglos ha invisibilizado a mujeres y a las personas de la diversidad sexual bajo el paradigma de una supuesta neutralidad y objetividad. El texto también coloca la atención en los derechos y en la manera en la que se organiza el poder y los principios que debiera permear el nuevo texto.
El trabajo conjunto de este grupo de profesoras surgió hace poco menos de una década, recuerda Álvez, a partir de compartir sus experiencias como académicas. “Siempre a las profesoras nos había costado un poco más y nos empezamos a dar cuenta de que no era una experiencia individual, había una experiencia común. Eso se ha ido expresando en organizaciones, publicación de libros y también se expresa en este documento”.